El trastorno de personalidad esquizoide, según el DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), se refiere a un patrón de aislamiento social y emocional, así como a una restricción en la expresión emocional. Las personas con este trastorno pueden tener poco interés en establecer relaciones interpersonales o pueden sentir que no necesitan o desean relaciones cercanas.
Las personas con trastorno de personalidad esquizoide pueden parecer frías, distantes o indiferentes en su comportamiento y lenguaje corporal. Pueden tener dificultades para expresar emociones o para responder a las emociones de los demás. Pueden tener intereses restringidos y pueden disfrutar de actividades solitarias como la lectura, la observación o la meditación.
Este trastorno de personalidad puede tener un impacto significativo en la vida de una persona, ya que puede limitar su capacidad para relacionarse con los demás y puede hacer que se sientan solos o incomprendidos. Sin embargo, la terapia cognitivo-conductual y otros enfoques terapéuticos pueden ayudar a las personas con trastorno de personalidad esquizoide a aprender a reconocer y expresar emociones, mejorar sus habilidades de comunicación y fortalecer sus relaciones interpersonales. En algunos casos, la medicación también puede ser útil para tratar los síntomas asociados con el trastorno de personalidad esquizoide.