El trastorno de personalidad dependiente, según el DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), se caracteriza por un patrón de comportamiento y pensamiento dependiente y sumiso. Las personas con este trastorno pueden sentirse incapaces de tomar decisiones o de asumir responsabilidades importantes sin la ayuda de los demás. Pueden tener una necesidad constante de apoyo y aprobación, y pueden sentirse ansiosas o abandonadas cuando se encuentran solas.
Las personas con trastorno de personalidad dependiente pueden tener dificultades para establecer límites personales y pueden permitir que los demás tomen decisiones importantes en su vida, como la elección de carrera o la selección de amigos. Pueden ser fácilmente influenciadas y pueden tener dificultades para expresar desacuerdo o confrontar a los demás. También pueden tener una baja autoestima y una gran necesidad de sentirse aceptadas y amadas.
El trastorno de personalidad dependiente puede tener un impacto significativo en la vida de una persona, así como en sus relaciones interpersonales y su capacidad para funcionar en el trabajo o en la escuela. Sin embargo, el tratamiento puede ser efectivo para ayudar a las personas con trastorno de personalidad dependiente a desarrollar habilidades de toma de decisiones y de regulación emocional, y a mejorar sus relaciones interpersonales. La terapia cognitivo-conductual y la terapia de grupo pueden ser efectivas para tratar el trastorno de personalidad dependiente, y la medicación también puede ser recomendada en algunos casos para tratar los síntomas asociados, como la ansiedad o la depresión.